Desenterrar todo: memorias del conflicto armado salvadoreño en hijos e hijas de excombatientes militares

El pasado de El Salvador, al igual que otros países de Latinoamérica, está marcado por recuerdos de represión política e injusticia social. Este pasado está asociado al Conflicto Armado que afectó al país durante doce años (1980-1992) y que, a pesar de su finalización, sigue teniendo un impacto en la vida social de la nación. Aunque han transcurrido más de 30 años desde su conclusión formal, todavía persisten debates en la sociedad sobre qué aspectos recordar y si es conveniente el olvido. La continua reflexión sobre el pasado revela que, en el posconflicto salvadoreño, la memoria de este evento desempeña un papel crucial, como lo han documentado diversos esfuerzos académicos (Ching, 2016, 2019; Lara, 2019; Silber, 2022; Sprenkels, 2018). El proceso de hacer memoria del Conflicto Armado en El Salvador se ha vuelto más complejo. Hoy incluye la participación de nuevas generaciones que, aunque no vivieron el conflicto, lo abordan desde sus propias posiciones sociales. Así lo evidencia una reciente producción académica (Alas, 2021; Chacón Serrano, 2017; Fabián y Valencia, 2021; González et al., 2019; Melgar y Mejía, 2021; Voigtländer, 2016), que explora cómo se transmite la memoria del conflicto a jóvenes, mostrando que su conexión con el pasado se da a través de relaciones intergeneracionales en el espacio familiar, comunitario y nacional. Estas generaciones se han socializado durante el posconflicto, interactuando con adultos afectados y con instituciones impactadas, lo que ha influido en su comprensión del pasado bélico.